Lalo Zanoni habló sobre inteligencia artificial en el Ciclo Pilares: "Los hechos reales se consumen como ficción"

La inteligencia artificial ya no es una promesa lejana, está presente en cada aspecto de la vida digital, desde la creación de imágenes hasta las estrategias de comunicación de las grandes marcas.

En su exposición en Pilares, el ciclo organizado por Los Andes y el polo TIC, el periodista y tecnólogo Lalo Zanoni analizó cómo esta tecnología se integra a la cultura contemporánea y plantea un cambio estructural en los contenidos. Su mirada se detuvo especialmente en la forma en que consumimos la realidad: como si fuera una serie de ficción.

Zanoni explicó que entramos de lleno en el "modo Netflix", una lógica en la que los hechos reales se narran y perciben como episodios de una producción audiovisual. Los personajes, los giros dramáticos y la estética cuidada dejan de ser recursos exclusivos de la ficción para formar parte de nuestra cotidianeidad. Desde comerciales de grandes marcas hasta escándalos mediáticos, todo se convierte en parte de un relato que mezcla entretenimiento, narrativa visual y tecnología.

Según Lalo Zanoni, uno de los fenómenos más disruptivos de los últimos años es el uso de inteligencia artificial generativa para crear contenidos desde cero. “Entramos en la era de la inteligencia artificial generativa, que permite producir videos, audios, imágenes y avatares que antes no existían”, explicó. Esta rama de la IA, que se popularizó con el lanzamiento de ChatGPT, dio lugar a una nueva forma de generar materiales sin intervención humana directa.

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Marcelo Alvarez

Entre los ejemplos más potentes, mencionó el comercial navideño de Coca-Cola de 2024, realizado completamente con inteligencia artificial: “No usaron personas. Todo lo que aparece está generado por IA. Es un homenaje al aviso del ‘95, hecho desde cero”, detalló.

Zanoni advirtió sobre la velocidad de estos cambios: “Lo que antes ocurría en cinco años, ahora pasa en uno. Cada semana aparecen nuevas aplicaciones, muchas creadas por startups con apenas una notebook”. Citó también un dato concreto: “ChatGPT alcanzó los 100 millones de usuarios en solo dos meses. TikTok tardó nueve, e Instagram treinta. Es el récord de adopción más rápido de la historia”. Esa aceleración tecnológica redefine tanto la producción como el consumo de contenidos.

Además, ilustró cómo mejoró la calidad visual de la IA en muy poco tiempo. “Miren las imágenes de 2023, como la de Will Smith comiendo fideos: eran incoherentes, las manos salían con siete dedos. Hoy, en 2025, la nitidez y el realismo son impresionantes”, señaló. Incluso mostró una imagen suya generada con IA, probándose ropa de forma virtual, como ejemplo del uso en e-commerce: “Esto lo hice yo. Subí una foto y la IA me devolvió cómo quedaría puesta la campera. Esa es la dirección en la que estamos yendo”.

Lalo Zanoni propuso pensar el presente como un tiempo en el que la realidad se consume como ficción. Esa idea, que denomina “modo Netflix”, supone que los hechos reales ya no se presentan como tales, sino como productos culturales organizados en temporadas, con conflictos, personajes y formatos pensados para entretener. “Todos los hechos tienen guión, protagonistas principales, secundarios, y son relatados en stories, posteos o memes”, afirmó.

Uno de los casos que analizó fue el del WandaGate, presentado con estética y ritmo de serie. “Tiene temporadas, climas narrativos, nuevos personajes como en cualquier historia: primero Wanda y Mauro, después apareció Elegante, y la historia siguió creciendo”, relató. Zanoni también mostró cómo las marcas se suman al fenómeno: “Cif, Prime y Burger King aprovecharon ese escándalo para hacer campañas. Una story de Wanda termina siendo parte de una estrategia de marketing”.

En este nuevo ecosistema, los pilares de la comunicación se redefinen: los contenidos deben tener impacto visual, narrativa dramática, inmediatez y posibilidades de ser convertidos en meme. “Hoy, sin meme, no hay comunicación”, dijo Zanoni. El relato de la vida cotidiana ya no se distingue del entretenimiento, y las tecnologías como la inteligencia artificial permiten amplificar este fenómeno. Así, vivimos inmersos en una cultura donde cada evento puede ser una historia y cada historia, un producto de consumo.